Una viñeta sobre Cuba

Una viñeta sobre Cuba
Marco Fonseca*

Recuerdo muy bien esos años a principios de los 70s, viviendo muy pobremente en un palomar de la zona 3 en la capital (no baños ni regaderas, ni siquiera lavaplatos, ¡solo letrinas!), cerca del Cementerio General, cuando mi familia había caído a su nivel de pobreza mas bajo después de perder nuestra casa al banco, cuando había que racionar la comida (con excepción de la que se le daba a nuestro gato, Gerry), cuando la represión en Guatemala continuaba de manera intensa, particularmente en la ciudad, bajo el gobierno emelenista del General Carlos Arana Osorio (70-74).

Ya la guerra contrainsurgente en el campo que había ocurrido bajo el gobierno <<civil>> de Méndez Montenegro estaba por detrás. Pero la memoria del secuestro, detención, tortura y ejecución de 30 miembros del PGT por el ejército en 1966 estaba fresca. El mismo secuestro de estudiantes de derecho de la USAC que habían presentado un recurso de habeas corpus por los <<desaparecidos del PGT>> habiendo ellos mismos resultados secuestrados seguía en el ambiente. La captura de Otto René Castillo en manos de fuerzas comandadas por Arana, también en 1966, y su quema en vivo junto a otra gente colaboradora de la insurgencia había escrito páginas de historia con sangre y fuego. <<Se estima que las fuerzas armadas guatemaltecas mataron o desaparecieron aproximadamente quince mil civiles en tres años durante el gobierno de Méndez Montenegro>> (Fuente: http://tinyurl.com/qaz5pmn).

La victoria contrainsurgente y anti-comunista había así puesto fin a la primera ola guerrillera y para principios de los 70s, bajo Arana, la represión se había intensificado en los centros urbanos, particularmente en la ciudad capital, más que en las áreas rurales del oriente donde había sido el escenario principal de la primera lucha insurgente en los 60s. Por cierto el actual vice de OPM, Alejandro Maldonado Aguirre, !fue el ministro de educación de Arana!

Recuerdo el Estado de Sitio que impuso Arana a partir de noviembre de 1970 y el <<toque de queda>> de 9:00 pm a 5:00 am <<en el que todo tráfico peatonal y vehicular -incluyendo ambulancias, bomberos y Cruz Roja- tenían prohibido circular>>. En este contexto, a principios de los setentas, <<El Estado de Sitio dió lugar a un incremento en los secuestros, torturas, desapariciones forzadas y ejecuciones extrajudiciales de los que se consideraban opositores al régimen. Aunque la represión en el campo desiminuyó, la represión urbana se incrementó contra cualquier vestigio de guerrilla>>. Aparece así, trágica y macabremente, la figura del/la <<desaparecido/a>> como instrumento de terror o, en palabras de Carlos Figueroa Ibarra, como <<recurso del miedo>>. De acuerdo a Aministía Internacional y el Comité de Parientes de Personas Desaparecidas <<más de siete mil oponentes del régimen fueron desaparecidos o hallados muertos entre 1970 y 1971, y otros ocho mil entre 1972 y 1973.>>

Aunque en octubre de 1971 <<más de doce mil estudiantes de la USAC se fueron a la huelga para protestar el asesinato de estudiantes por parte de las fuerzas de seguridad y exigieron el cese del estado de sitio>>, la respuesta de Arana fue brutal y salvaje: <<El 27 de noviembre de 1971 el ejército respondió, invadiendo el Campus Central de la universidad>> y para ello <<movilizaron ochocientos elementos, tanques, helicópteros y carros blindados para la toma del campus>>. Como decíamos durante la invasión que repitieron en 1985, aunque buscaban de todo hasta en las masetas, no encontraron ni la raíz cuadrada.

Pues en este contexto de principios de los 70s, a pesar de que ya había orejas por todos lados y podían entrar a las casas a hacer registros por cualquier cosa, mi padre llevaba a cabo su propio acto pequeño y personal de rebelión. Y tenía motivos hartos para organizar su propia y muy personal resistencia contra el sistema de la realidad montado por las dictaduras. Pues él había salido a luchar contra Ubico en 1944, se había alineado con la Revolución de Octubre y había trabajado en la Tipografía Nacional bajo la dirección muy idónea y progresista de Mario Monteforte Toledo. Pero también había sido víctima de las <<listas negras>> que la contrarrevolución había hecho de todo/a simpatizante de la Revolución y, cuando llegó el momento, fue despedido por el régimen de Castillo Armas para nunca mas volver a tener el chance de conseguir trabajo en el sector público lo que no le dejó de otra más que lavar carros y reparar bicicletas hasta que pudo levantarse de nuevo poco a poco. A pesar de todo eso, mi padre encendía su radio de transistores Philips, a onda corta, todas las mañanas a la 6 en punto y, teniéndolo sintonizado con Radio Habana Cuba, mi hermano y yo, muy soñolientos y desde nuestros catres con colchón de paja colocados en las esquinas de un pequeño cuarto que todos compartíamos en común, muchas veces escuchábamos el inicio de la transmisión diaria que decía: <<Esta es Radio Habana Cuba, transmitiendo desde Cuba, primer territorio libre de las Américas>>.

Fue un enorme placer, en abril de 2015 y antes de la reanudación de las relaciones diplomáticas con EE.UU. y la llegada de hordas de turistas gringos a la isla, haber visitado Cuba y haber gozado de su libertad y belleza.

¡Que viva Cuba libre!

Vamos patria a caminar hacia la #RefundacionYa

* Doctor en Filosofía Política y Estudios Latinoamericanos por parte de la York University. Actualmente profesor adjunto en el Departamento de Estudios Internacionales de Glendon College, York University.

Crédito: TelesurTV.net

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