¿Por qué no llaman a la Línea 2?
Marco Fonseca
Es cierto que ya ha habido cierta atención judicial a empresa corruptas envueltas con La Línea 1. La pieza de Bill Barreto en Plaza Pública titulada «Ocho casos y siete empresas que se beneficiaron de “La Línea”» (http://tinyurl.com/p87wcun) lo demuestra. Pero surgen dudas y cuestionamientos en cuanto a lo lento de esta parte del proceso porque es demasiado obvio que las empresas de la Línea 2 hasta hoy identificadas son muy limitadas, poco numerosas y no son los peces gordos que todos/as sabemos perfectamente bien están al fondo de la letrina. De allí, a mi juicio, críticas justificadas a lo que hasta hoy a hecho la CICIG – Comisión Internacional contra la Impunidad en Guatemala y el MP en ésta materia.
No es casual que sea el Estado o el gobierno de turno de OPM y no las élites del sector privado el que salga muy mal parado de todo esto: ello bien corresponde en parte al discurso neoliberal del Cacif, de La Embajada, de la EdG, de la UFM, de la derecha neoconservadora que sostiene que el Estado es, en sí mismo, un ente corrupto y el origen de toda corrupción en la sociedad y en la economía y que, por el contrario, es el sector privado y el mercado («la economía de mercado libre», el capitalismo) la fuente de toda virtud pública desde la «competitividad» hasta el «crecimiento» y la «adaptación» a todo.
La idea de que el mercado es la fuente de la virtud, que es capaz de auto-correccion en caso de excesos o carencias, que es la maquinaria del crecimiento y del desarrollo, es una idea dominante, de hecho sagrada, en Guatemala. Este es en sí un discurso hegemónico en Guatemala. Y la CICIG, al flanquearse con gente del Cacif (como el mucho Phillip Chicola que siempre dice mucho pero que nunca llega al fondo de nada) o del centrismo (como Catalina Soberanis que sí tiene una trayectoria larga pero que no pasa de un reformismo tímido y limitado), confirma el hecho de que aunque su trabajo es importantísimo en términos judiciales («transparencia», «rendición de cuentas», «imperio de la ley», etc.), el mismo no toca las estructuras del poder dominante y hegemónico.
Queremos, pues, ver a la CICIG haciéndole una llamadita seria a La Línea 2.
Vamos patria hacia la #RefundaciónYa
Marco Fonseca es Doctor en Filosofía Política y Estudios Latinoamericanos por parte de la York University. Actualmente es profesor adjunto en el Departamento de Estudios Internacionales de Glendon College, York University.
Creative Commons Attribution-NonCommercial 4.0 International licence.
Los blogs de #RefundaciónYa se distribuyen bajo una Licencia Creative Commons Atribución-NoComercial-SinDerivar 4.0 Internacional.