La Enade, la corrupción, Fundesa y el Imperio
Marco Fonseca
Thomas Shannon, representante rodante del Imperio, aprieta manos con el cabecilla de la Cámara de Comercio y actual caudillo capitalista del Cacif Jorge Briz. Todo ocurre bajo la mirada admiradora del representante del franquismo español, José María Aznar y, sin olivar, al nuevo presidente de Fundesa Felipe Bosch, oriundo de… Bueno, no del Quiché.
La gente de Fundesa no es la gente que hemos llamado del «extremo centrismo» chapín. Es más bien la gente de la derecha neoliberal que es capaz de tolerar solamente lo mínimo en términos de intervención estatal y lo máximo en términos de eficiencia burocrática (en un Estado mínimo, por supuesto) y en seguridad social y nacional (de acuerdo al modelo popperiano del «Estado jardinero»). Por ello es que, tal y como siempre lo han hecho desde hace décadas junto al Cacif, hoy una vez más hacen de la corrupción extrema su tema central. Y hay que decir corrupción extrema precisamente porque el sector privado y sus élites siempre están dispuestas a tolerar la corrupción ordinaria que ocurre no solo dentro del sector privado mismo sino también en el sector público. Solo cuando se desborda y sale de control, como ocurrió con el gobierno del PP, es que el sector privado ve en la corrupción una «distorsión» de los mecanismos de racionalidad burocrática o mercantil, un obstáculo para la «competencia perfecta» y el mecanismo racionalizador y natural de los «precios libres».
Es desde organizaciones como Fundesa y desde la plataforma que les ofrece conferencias como la de Enade que los/as «intelectuales orgánicos» del 1% y sus «think tanks» (Asíes, Fundesa, EdG, etc.) pregonan las buenas nuevas del mercado libre y la «competitividad» como plan de desarrollo del futuro. Entre estos «intelectuales» encontramos gente que va desde jóvenes como Brolo (en la planilla de Asíes) hasta veteranos empedernidos del neoliberalismo como Zapeta (en las cuentas de Fundesa). Esta gente propaga, desde la prensa y desde sus oficinas, el evangelio del mercado libre y la «meritocrocia» como panacea para los problemas centrales de Guatemala.
Y es a ésta gente, a éstas organizaciones de la «sociedad civil», a éstas instituciones del neoliberalismo chapín a quienes llegan a Guatemala los representantes del franquismo español o del imperialismo norteamericano a dar un espaldarazo, al mismo tiempo que pasan revista a las opciones políticas que no surgen del 1% pero que prometen velar por sus intereses pare decirles, con toda claridad, qué es lo que pueden o no pueden hacer. Ya Sandra Torres se comprometió a no subir ningún tipo de impuesto sobre la renta, las ganancias, la herencia, las transacciones financieras o sobre el carbono; y Jimmy Morales ya había prometido continuidad con prácticamente toda la política económica y fiscal de OPM antes de que llegaran las nuevas ordenes del imperio. Todo bien.
Vamos patria hacia la #RefundaciónYa
Marco Fonseca es Doctor en Filosofía Política y Estudios Latinoamericanos por parte de la York University. Actualmente es profesor adjunto en el Departamento de Estudios Internacionales de Glendon College, York University.
Creative Commons Attribution-NonCommercial 4.0 International licence.
Los blogs de #RefundaciónYa se distribuyen bajo una Licencia Creative Commons Atribución-NoComercial-SinDerivar 4.0 Internacional.