De lo cuántico a lo posible y luego lo real: El miedo a la «revolución» en 2015
Marco Fonseca
En su pieza titulada «El 2015 es el año de la revolución ciudadana», Luis Alberto Velásquez se equivoca. En su intento por sintetizar el significado de las múltiples jornadas del Evento de 2015 de abril a agosto, es decir, el levantamiento ciudadano de #RenunciaYa y #Justicia, él exagera llamándolo una «revolución ciudadana».
El Evento de #RenunciaYa nunca llegó al punto de la Refundación y, mucho menos, de la revolución. Por muy catártica que la misma haya sido, y en efecto lo fue, la renuncia de OPM y Sandra Baldetti y la subsecuente caída de su gobierno excepcionalmente corrupto y su reemplazo por el gobierno opaco de AMA no pueden calificarse de revolución.
Estamos hablando, en todo caso, de una recomposición elitista de régimen ante la crisis de autoridad o crisis de gobierno que se abrió con el destape de La Línea. Estamos hablando de un proceso de recomposición que, por medio de un proceso electoral viciado y constitucionalmente diseñado para el control de las mayorías sociales, se plantearon y están al border de lograr una restauración del modelo de dominación neoliberal capitalista.
La limitación de #RenunciaYa y #JusticiaYa a luchar solamente contra la corrupción y por la justicia en casos de corrupción criminal sin vincular estas luchas a cuestiones sociales, económicas y culturales mas amplias y estructurales – cuestiones que fueron planteadas, más bien, por otras instancias – significó que, el carácter liminal en que se quedó el Evento y un miedo cultural a la revolución sirvieran para allanar el camino de la restauración. De allí que hasta el gobierno de AMA se haya presentado a sí mismo como portador de las aspiraciones de la ciudadania en protesta. Incluso Jimmy Morales ha hablado de darle seguimiento a las luchas contra la corrupción y por ello es que ya le ha solicitado a la CICIG a que siga trabajando en Guatemala hasta el 2021 (ver http://elperiodico.com.gt/?p=23505).
No hay que confundir el elemento cuántico de un Evento político con la posibilidad de una refundación/revolución y la realidad de una restauración. De todos modos, como la pieza sale en Prensa Libre y como mucho de que lo publica Prensa Libre es como un salón de espejos, Velásquez confunde lo cuántico, lo potencial y lo real.
Vamos patria hacia la #RefundaciónYa
Marco Fonseca es Doctor en Filosofía Política y Estudios Latinoamericanos por parte de la York University. Actualmente es instructor en el Departamento de Estudios Internacionales de Glendon College, York University.
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Foto: Prensa Libre