¿El ocaso final de la Guatemala «post-conflicto»?

¿El ocaso final de la Guatemala «post-conflicto»?
Marco Fonseca

Lo que Alfredo Sosa Díaz busca con su recurso de inconstitucionalidad en contra del artículo 8 de la Ley de Reconciliación Nacional es eliminar uno de los aspectos más importantes de los Acuerdos de Paz. El artículo dice:

«La extinción de responsabilidad penal a que se refiere esta ley, no será aplicable a los delitos de genocidio y desaparición forzada, así como aquellos delitos que sean imprescriptibles o que no admitan la extinción de responsabilidad penal, de conformidad con el derecho interno o los tratados internacionales ratificados por Guatemala».

Si no es posible buscar juicio y castigo por los crímenes cometidos durante el conflicto armado interno la idea de una «Guatemala post-conflicto» se desmorona por completo. Si no hay medio alguno para que las miles y miles de víctimas busquen justicia e incluso compensación – y esa fue, en parte, la razón misma de los Acuerdos de Paz – no quedaría más que un país de heridas abiertas y sangrientas en las víctimas, memorias insoportables de genocidio y jerarcas militares asesinos impunes y sonrientes. Aunque lo que intenta hacer Sosa Díaz es políticamente rídiculo y constitucionalmente insostenible, sobre todo cuando el supuesto argumento en que se sustenta es que dicho artículo de la Ley de Reconciliación contraviene a la Constitución porque «ha llevado al divisionismo» en Guatemala – como si Guatemala no estuviera histórica, estructural y profundamente dividida por sus estructuras de desigualdad violentas y por las secuelas del conflicto armado mismo – no hay que olvidar que la CC, con la ayuda de Alejandro Maldonado Aguirre, anuló todo el juicio por genocidio a Ríos Montt. Lo que debemos demandar ya y éste ‪#‎16E‬ es que la CC rechace de inmediato la petición de Sosa Díaz y que deje de procesar recursos de amparo espurios como el de Sosa Díaz tal y como lo hizo con la gente que pretende detener el proceso contra Ríos Montt (ver http://goo.gl/hCNIGi). Y aunque la CC ha ordenado nuevo juicio simbólico y sin posibilidad de que el ya condenado ex-dictador sirva una condena verdadera, debemos de todos modos demandar que se restituya la condena a 80 años que le dio a Ríos Montt el Tribunal de Mayor Riesgo B en 2015 por su papel como autor intelectual de los asesinatos de 1.771 personas y el desplazamiento forzado de decenas de miles de personas del Triángulo Ixil, Quiché, entre 1982 y 1983 durante el conflicto armado interno de Guatemala.

Más allá del amparo espurio manufacturado por Sosa Días, lo que revela el movimiento del jefe del Estado Mayor de la Defensa Nacional, aunque él diga que lo ha hecho a «título personal», es lo que está dispuesto a hacer el ejército activo en conjunción con AVEMILGUA, la Fundación contra el Terrorismo y, por supuesto el FCN y gobierno de JM: dar por sepultados los Acuerdos de Paz, desatender por completo cualquier demanda de la ciudadanía que no tenga que ver con la corrupción o la transparencia al estilo extravagante y desbordado de OPM y Roxana Baldetti, minimizar el hecho de que el FCN es prácticamente irrelevante en el Congreso sin la ayuda de los otros partidos derechistas y pro-sistema y, por supuesto, gobernar hasta donde les sea posible por medio de decretos presidenciales para avanzar la agenda tanto de la restauración neoconservadora, del continuismo con el gobierno de OPM y el PP con contribuciones de Baldizón y el Líder, así como la agenda neoliberal y globalizadora que JM ya ha filtrado poco a poco todo en conjunción con el Plan Alianza para la Prosperidad. Hoy EE.UU. ve a ese plan como más urgente que nunca. Según datos obtenidos por The Guardian, EE.UU. ya está anticipando un aumento en la oleada ilegal de migrantes, incluyendo niños/niñas sin acompañantes mayores, que posiblemente exceda los/as 17.370 menores y los 21.469 grupos familiares que capturaron solo en el último cuarto de 2015 y en su mayoría provenientes del «Triángulo Norte» centroamericano  (ver http://tinyurl.com/hz6rhwg). Esa es la urgencia que Biden lleva consigo en su visita a Guatemala por la toma de posesión «austera» de JM el 14 de enero (ver http://ticotimes.net/85123). La idea de que JM llegó a la presidencia por pura contingencia debe pues ser totalmente abandonada. Todo lo de arriba es solamente parte de un plan de reconstrucción del neoconservadurismo y de restauración simultáneamente reaccionaria y neoliberal que ha estado forjándose cuidadosa y silenciosamente en los túneles y guaridas secretas de la derecha chapa y reaccionaria guatemalteca durante, por lo menos, la última década.

Lo que ha hecho Sosa Díaz debe también despejar por completo el mito de que el ejército en Guatemala se comporta de manera apolítica, de que no interviene en los asuntos políticos nacionales internos, de que actúa bajo el mando y dirección de su comandante general civil. Vale preguntar, sin embargo, si AMA estuvo de acuerdo con Sosa Díaz. Si lo estuvo, ¿no revela ello en definitiva su ultra-conservadurismo y su deseo de acabar con los fundamentos de la paz precaria de la Guatemala post-conflicto y restaurar el reino del miedo, la impunidad, la censura y la persecución ante bellum? Solo hay que imaginar lo que viene con el gobierno de la AVEMILGUA.

El arresto de 18 ex-militares por el caso Creompaz y lo que ya empezaron a revelar los acusados ha puesto al ejército en la defensiva (ver http://elperiodico.com.gt/?p=34156). El odio que la Funda tiene contra la CICIG y, según ellos, La Embajada que supuestamente está jalando los hilos detrás del comisionado Velásquez tiene a gente como Méndez Ruíz demandando la cabeza de sus enemigos (ver http://elperiodico.com.gt/?p=33851). Solo hay que imaginar los consejitos que «amigos» de Jimmy Morales como Byron Lima le deben estar dando a sus vínculos con la gente del FCN, AVEMILGUA y a gente del gabinete de seguridad e «inteligencia» entrante de JM (ver http://goo.gl/H9Idu6 y http://goo.gl/5kfup2).

Lo que sí es definitivo en ésta «transición» y relevo en el alto mando del gobierno guatemalteco es que la troika del FCN, la AVEMILGUA y la Fundación contra el Terrorismo están afilando los cuchillos para una noche bien larga, de por lo menos cuatro años, en contra de todo mundo que sigue luchando contra la impunidad y la justicia así como demandando juicios por genocidio u otras violaciones a derechos humanos o sociales, desde activistas hasta periodistas. No van a tolerar mucho que se oponga a la restauración neoconservadora, al continuismo con el PP, al neoliberalismo extractivista y globalizador y, por supuesto, al Plan Alianza para al Prosperidad y su consolidación del régimen económico impuesto por el CAFTA-DR. Y no hay duda alguna que se plantean hacerle la vida imposible a cualquier oposición real y sustancial a su ideología, discurso y política.

Vamos patria hacia la #RefundaciónYa

Marco Fonseca es Doctor en Filosofía Política y Estudios Latinoamericanos por parte de la York University. Actualmente es instructor en el Departamento de Estudios Internacionales de Glendon College, York University.

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