Una desgracia para Guatemala que se llama Mario Taracena
Marco Fonseca

Mario Taracena es un mercader del poder, un accionista del orden establecido, un vendedor de reformas que no cambian nada. Con una preparación académica mediocre ha estado circulando en los engranajes del sistema político dominante por más de tres décadas.

Taracena conoce bien el sabor de los vinos viejos de la ideología dominante que hoy quiere vender como si fueran de cosecha reciente. Su padre mismo fue fundador del MLN, el partido de la «violencia organizada» post-54, el partido del Mico Sandoval y de Alejandro Maldonado Aguirre y el partido de los escuadrones de la muerte. Por lo menos reconoce que tuvo juventud privilegiada: «Yo sí tuve patines, tuve bicicleta, fui a Disney, crecí en una familia económicamente bien» (ver http://goo.gl/OAOFuy). Ya a los 26 años fue diputado en la Asamblea Nacional Constituyente en el 84-86 y, como tal, fue uno de los arquitectos de la república neoliberal.

Hablando de partidos del sistema que solo han profundizado la crisis de las mayorías sociales desde el 85, Taracena afirma y con orgullo: «Comencé en la Unión del Centro Nacional, partido del que fui fundador (en 1983). También fui fundador del PAN (1989), donde milité 19 años». Ha estado pues incrustado en el Congreso en varios períodos, con la UCN entre el 86 y el 93, con el PAN en el Parlacen entre el 95 y el 2000, y ya con la UNE en ahora tres períodos (des)legislativos comenzando en el 2004. Es más, como miembro de la Comisión de Energía y Minas del Congreso él ha dado el visto bueno al desfalco de recursos naturales y «regalías» de las mineras; como miembro de la Comisión sobre Asuntos Electorales e incluso «representante nacional ante el TSE», él ha mantenido secuestrada la reforma a la LEPP; y como miembro de la Comisión sobre el Menor y la Familia, bueno, la extrema pobreza de Guatemala ha crecido escandalosamente.

El récord desastroso del partido de Taracena y el «gobierno de solidaridad» de la UNE, con Colom a la cabeza, no es nada de que enorgullecerse. Para muestra, aquí van unos elementos ampliamente conocidos pero olvidados sobre todo durante la campaña de Sandra Torres contra Jimmy Morales y más aún hoy con el payaso en el poder ejecutivo y con Taracena en el poder del legislativo:

1) «En el tema de empleo, el presidente Álvaro Colom prometió en su campaña electoral que crearía 700 mil trabajos nuevos. Sin embargo, la tasa de desempleo no se redujo, si no más bien [aumentó] de 3.2% en el año 2007, hasta 5.9% en el año 2010, según información del Ministerio de Trabajo, y esto sin tomar en cuenta que el 75% de la población guatemalteca aún se desempeña dentro de la economía informal. Y qué decir del tema de la salud, en donde Colom [dejó] hospitales en graves condiciones de infraestructura, prácticamente sin recursos para poder tratar a pacientes, y con médicos que reciben bajísimos salarios.»

2) La falta de transparencia presupuestaria dentro del gobierno de Colom y el gasto tremendamente ineficiente de su gestión provocaron que «la deuda externa contraída para sufragar sus políticas públicas [aumentara] de US$.3,908 millones en el año 2008 en que tomó posesión, a US$.17,500 millones en el 2011, es decir, un aumento aproximado del 347%. Por otro lado, la deuda interna también [aumentó] durante el período de gobierno de Álvaro Colom, pues de Q.24,920 millones, en el año 2008, cuando tomó el cargo, ha ascendido a Q.40,310 millones en el presente año en que dejará la presidencia, es decir, un aumento aproximado del 62%.»

3) Finalmente, «El Índice de Desarrollo Humano 2011 ubicó a Guatemala en el lugar 131 de 187 países calificados, únicamente por encima de Haití en toda América. El Índice de Desarrollo Humano del 2008, año en que Álvaro Colom tomó posesión de la presidencia, Guatemala ocupaba el lugar 118, por lo que durante el período presidencial de Colom, Guatemala bajó 13 escaños en la clasificación. Solo este dato deja mucho qué decir» (fuente http://goo.gl/QFXqIo).

¿Y qué hizo Taracena durante todos estos años de destrucción, corrupción y desfalco de Guatemala? Como escribió Solís sobre la actuación de Tarracena en 2007: «Taracena ha generado ya anticuerpos no sólo porque está muy cercano a Colom sino también por su personalidad de choque y porque su habilidad para las componendas políticas le han granjeado el mote de oportunista pues negocia por su lado y es capaz de honrar sus compromisos, aunque vaya en contra de los intereses de su mismo partido. Por ejemplo, en el transcurso de la campaña electoral 2007, fue el tanque que arremetió contra el PP acusándolo de ser el responsable en esa coyuntura, de la escalada de asesinatos contra pilotos de autobuses, pero hoy ha sido capaz de generar una alianza con este partido. Pese a ello, por el momento Taracena es una pieza clave para Colom en el Legislativo pero es una piedra en el zapato para los otros liderazgos y guras dentro de la bancada» (ver http://goo.gl/MR6ZdQ). El «gobierno de solidaridad» de Colom fue en realidad más que un fracaso (ver el número especial de El Observador sobre el gobierno de Colom https://goo.gl/SZDRa4 o aquí http://goo.gl/MR6ZdQ). El «gobierno de solidaridad» fue realmente un engaño ejecutivo, legislativo y judicial total a la ciudadanía y la gente que estuvo al frente de ese gobierno, incluyendo a Taracena como jefe de bancada en el congreso, deberían estar presos por ello.

Solo el récord patético del que Taracena ha sido directa o indirectamente parte importante debería ser suficiente para que ya estuviera confinado al calabozo donde hoy también empiezan a pudrirse OPM, su vicepresidenta y muchos de sus propios funcionarios y diputados. Es más, como parte del gobierno de la UNE, cuando Gustavo Alejos fungió como secretario privado de la Presidencia «desde donde logró una importante influencia política y convertirse en facilitador de negocios propios y ajenos» y en «financista y operador de Colom durante las campañas electorales de 2003 y 2007», Taracena también se benefició como parte del partido (http://goo.gl/QbcDuz). Así que los escandalitos notorios en que ha estado personal y directamente envuelto Taracena en el Congreso (ver http://diariodigital.gt/?p=45760) son nada en comparación con su participación en una maquinaria de gobierno diseñada para el robo, la mentira y el engaño. Lo increíble es que Taracena cree que ha hecho un «trabajo» resplandeciente en su carrera política, transando con élites y políticos/as a la compra/venta, y que por ello «trae la política en los genes».

Cuando la CICIG empezó a  destapar los actos de corrupción, el tráfico de influencias y las asociaciones ilícitas del gobiernito dizque «socialdemócrata» de Colom/Torres, Taracena declaró inocentemente que “Nos parece injusto que nos vayan a vincular cosas que correspondan a la época de Colom con la candidatura de Sandra –Torres-, que ha tratado de ser lo más transparente, nos hemos cuidado de no llevar narcos y todas esas cosas». Su defensa ante las acusaciones de corrupción, desfalcos, incompetencia y quiebra política de la UNE, sin mencionar el retroceso absoluto que significó la administración de Colom/Torres para la causa del bien común, Taracena dice a secas: «Duele cargar muertos que no son de uno. Hubo gente que no hizo bien las cosas.» Y hoy para consolidar sus credenciales ideológicas extremo-centristas aún sin conocer nada sustancial de Marx dice – sonando como experto de a docena – «Caduco. Es un teórico aburrido». Hoy, pues, como representante titular del extremo centrismo de la UNE – ese al que algunos «intelectuales de Guate le dieron su apoyo político en la campaña electoral – dice «Soy de una generación en la que crecimos pensando que las ideologías hay que dejarlas a un lado, que hay que ser más pragmático, que el hambre es hambre en la izquierda o en la derecha o en el centro». Por todo esto y más es que es miembro de la Asociación de Dignatarios de la Nación. ¿Acaso podría ser de otro modo?

Vamos patria hacia la #RefundaciónYa

Marco Fonseca es Doctor en Filosofía Política y Estudios Latinoamericanos por parte de la York University. Actualmente es instructor en el Departamento de Estudios Internacionales de Glendon College, York University.

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