Un desmadre que se llama Plan Serrano
La gente serranista escribe en Facebook y me recomienda leer un poco e informarme mejor de dónde viene ese desmadre que se llama Plan Serrano. Insisten que no debo creerme tan petulante y pensar que me han robado el proyecto de la Refundación. Me recomiendan leer «El Desmadre Tiene Nombre» del ex-golpista Serrano Elías (quienquiera que haya escrito la contraportada pinta a Serrano Elías de «haber salido al exilio, víctima de un golpe de estado»), publicado en guatemala por Editorial Academia (y distribuido por F&G Editores), en cuyo capítulo XII en efecto propone «la refundación del Estado nación guatemalteco». Y me recomiendan leer esto para «descubrir la verdad» sobre el origen del Plan Serrano y el desmadre histórico de la «reconciliación» que propone (ver http://goo.gl/JR1sW8). Pero hay que notar que el libro de Serrano fue publicado en 2013, es decir, un año después de que los movimientos sociales mayoritarios e indígenas empezaron a articular su discurso de la Refundación en Guatemala. ¿Coincidencia?
Quedemos claros en algo: la Refundación no es mi proyecto ni pienso que me han robado nada. No soy yo quien está al centro de esto ni quiero estarlo. Pero desde que empezamos a debatir la idea de la Refundación en la revista El Observador en 2006-7 (2006!), hemos reconocido que la misma viene de abajo y le pertenece a las mayorías sociales. Así que no era y nunca fue nuestra idea, como si fuera propiedad privada, como si fuera cuestión de derechos reservados. Era y sigue siendo una idea de abajo, de movimientos sociales, indígenas, mayoritarios que surge primero en América del Sur con reformas constitucionales en Colombia iniciadas en 1991 y culmina con la llegada de Chávez al poder en Venezuela en 1999 y que desde 2012 entra abierta y claramente en el imaginario político de movimientos indígenas y sociales mayoritarios del país. Es, pues, de esta experiencia y de las refundaciones en America del Sur donde debemos buscar el origen y pertenencia de dicho concepto. Mi granito de arena, si es que en efecto he agregado alguno, ha sido afilar algunos aspectos de la idea, sugerir algunas ideas para clarificar la ruta en el contexto de la presente coyuntura marcada por el claroscuro de la restauración conservadora, pero siempre bajo el supuesto de que dicha contribución debe hacerse como expresión de un compromiso ético con la liberación de esas mayorías sociales. Reconozco que es imposible hacer esto entre las clases medias, profesionales o intelectuales de Guatemala sin que surjan las competencias, los egos y los deseos por el éxito y la fama personal. Afortunadamente esa no es la cultura que prevalece en la economía moral de las mayorías sociales, particularmente los pueblos indígenas, de Guatemala.
La Refundación es pues una idea que nació desde abajo, desde las mayorías sociales oprimidas y excluidas por clases políticas y económicas dominantes y Estados neoliberales esencialmente transfiriendo la soberanía nacional a corporaciones transnacionales por medio de TLCs. Es pues a las mayorías sociales y sobre todo a las mayorías indígenas, insisto, a quienes este desmadre que se llama Plan Serrano le ha robado las ideas y, a partir de allí, las ha distorsionado de modo grotesco y perverso. Repito: es al pueblo, a la ciudadanía, de nuevo a la que quieren y pretenden despojar de su proyecto histórico.
Vamos patria hacia la #RefundaciónYa desde abajo, democrática y rupturista
Marco Fonseca es Doctor en Filosofía Política y Estudios Latinoamericanos por parte de la York University. Actualmente es instructor en el Departamento de Estudios Internacionales de Glendon College, York University.
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