Los ataques que la restauración conservadora está dirigiendo a Sandra Morán

Los ataques que la restauración conservadora está dirigiendo a Sandra Morán
Marco Fonseca

La gente que está activa y abiertamente atacando a la diputada Sandra Morán es la misma gente que, en términos sospechosamente similares a los que usan los ideólogos de la Fundación contra el Terrorismo, el Opus Dei o las iglesias fundamentalistas, también ataca las iniciativas que Morán está apoyando en torno a salud de las mujeres en casos como, por ejemplo, violencia sexual, embarazo forzado y maternidad forzada en niñas y adolescentes así como educación sexual para la juventud, enfoque de género en las políticas públicas y el quehacer legislativo, alternancia y paridad para mujeres en las reformas a la LEPP, etc. Esta es una agenda urgente y vital y no solo para las mujeres sino para toda la sociedad.

En base a lecturas religiosas y fundamentalistas de la Const., sobre todo del Artículo 3, organizaciones como La Familia Importa, estos/as supuestos «amigos de la democracia», pretenden negar los derechos sociales, políticos y culturales de las mujeres y así violentar aspectos centrales de la Const. y no fácilmente susceptibles de leerse religiosamente así como los acuerdos internacionales sobre derechos de las mujeres que Guatemala ha suscrito y está obligada a respetar y promover incluso por encima de lo que los elementos más conservadores y tradicionales de la Const. del 85 puedan contener. Para esta gente que se mueven en los laberintos y claroscuros de la restauración conservadora, para quienes ésta coyuntura ha creado un momento propicio para captar la atención pública, hasta la ONU es un enemigo potencial de la «soberanía nacional».

Los ataques a Sandra Morán constituyen pues un ataque al carácter laico del Estado en tanto que por derechos de las mujeres tenemos que entender derechos otorgados por la ciudadanía convocada en Asamblea Nacional Constituyente y no derechos u obligaciones derivados de una religión, una iglesia o un libro sagrado. Son también ataques a lo poco que queda de representativad democrática en el Estado semi-fallido y en el poder legislativo que surgió del 2015 y que después de las elecciones y el triunfo de JM y la AVEMILGUA la restauración conservadora pretende rescatar promoviendo un retorno a formas tradicionales e incluso autoritarias de política. Porque, a decir verdad, partidos pequeños como Convergencia-CPO, Winaq y URNG, aunque minoritarios (¿acaso no es el sistema partidario guatemalteco un sistema de minorías?), están enraizados en movimientos sociales mayoritarios cuyo poder constituyente ha sido distorsionado por las reglas electorales vigentes. La representativad de Morán no está en ninguna duda.

Y son ataques basados en el miedo a la diversidad sexual y el odio al feminismo comprometido con las mayorías sociales pobres y excluidas. Cuando le escriben al Presidente del Congreso, Mario Taracena, que hay que asegurarse que la candidata a Presidenta del Foro Parlamentario de la Mujere «sea una mujer, en la plenitud de su sensibilidad femenina y en su aceptación plena de su condición de mujer y de todos sus roles en la sociedad», lo que hacen es apelar a una concepción tradicional, sumisa, sujeta y «decente» de la mujer que hoy, por todos lados del mundo, está no solo siendo cuestionada sino que, de hecho, superada. La vida y la práctica ética y política de Morán demuestran que ella es una «mujer en el pleno sentido» pero que no acepta los roles de la mujer impuestos por una sociedad patriarcal y defendida por fundamentalistas religiosos. La vida de Morán, su trayectoria política, su gran contribución al movimiento de mujeres en Guatemala, su dedicación al cambio social demuestran que ella es,de hecho, una mujer en más sentidos que el meramente pleno y convencional que estas huestes conservadoras defienden y pretenden imponernos a todos/as. Por ello es que esos ataques contra ella son, pues, ataques contra todos/as nosotros/as y, sobre todos, quienes buscamos otra Guatemala posible.

Yo apoyo a Sandra Morán y su candidatura a la presidencia del Foro Parlamentario de la Mujer.

#SandraMoranSiMeRepresenta
#SandraMoranPresidentaDelParlamento 

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Foto: La Hora

2 Respuestas a “Los ataques que la restauración conservadora está dirigiendo a Sandra Morán

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  2. Primero, me gustaría que aclare el por qué dice que Sandra Morán lo representa: 1) porque se siente mujer en cuerpo de hombre, que ahora es tan normal que en algunos países ya lo legalizaron, así que no tiene nada de malo en que lo reconozca. 2) O lo representa porque comparten ideas izquierdistas.

    Debo felicitarlo, porque su artículo ha sobrepasado en ser «políticamente correcto» de todos los artículos similares que a la fecha he leído. Me explico:

    Tiene la saña anti religiosa de todos los que NO tienen argumentos válidos, y el único recurso que tienen es la descalificación.

    Defiende a una diputada que a voz en cuello pregona una ley que viola la Constitución de Guatemala, y la hace ver como víctima, cuando es una transgresora de la ley.

    Asegura que se ataca a la diputada Morán, porque existe un miedo a la diversidad sexual, y un odio al feminismo. Realmente se ve que NO conoce a fondo el daño que la ideología de género le hace a la sociedad, especialmente a la inocencia de la niñez. Nosotros NO atacamos a nadie, pero SÍ nos defendemos. Todo lo contrario al los lobbys LGBTI y feministas, que quieren imponer una dictadura a nivel mundial.

    También habla de paridad legislativa, como si fuera una piñata en donde se debe de repartir el pastel en partes iguales. NO señor, ahora más que nunca, Guatemala necesita personas capaces y honradas en el Congreso, y si hay un 80 % de mujeres capacitadas, ¿por qué las va a limitar solo a un 50%?

    Puedo seguir, pero no es mi intención escribir un artículo completo. Solo me interesa señalar sus errores y parcialidad en el artículo.

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