Punto de inflexión en la guerra de posiciones
Escribí en octubre de 2017 que “Estamos llegando a un punto decisivo de la guerra de posiciones” (ver https://www.plazapublica.com.gt/node/13074). Esto es precisamente lo que acaba de ocurrir en Guatemala cuando, respaldado por todo el alto mando del Ejército y de la PNC y rodeado de la gente más comprometida con la restauración conservadora (Enrique Degenhart, Sandra Jovel y Luis Ralda), Morales leyó en cadena nacional un “discurso” escueto en el que, con tono de locutor de radio mal pagado, dijo que su gobierno no habría de renovarle el mandato a la Cicig. Esto, por supuesto, es un acto que sigue a lo ocurrido el pasado martes cuando se conformó la Comisión Pesquisidora para conocer por segunda vez el caso que exige despojar el derecho de antejuicio del que goza Morales.
Lo que significa esta guerra de posiciones es algo que también elaboré de modo más profundo en mi trabajo “Hegemonía, ruptura y Refundación: crisis del estado ampliado.” (disponible quí https://wp.me/p6sBvp-R7).
La crisis hegemónica entre las fracciones dominantes del Bloque en el Poder se ha tornado ahora en una pugna abierta. Pero abierta también ha quedado la “falla hegemónica” dentro de las mismas “que sucede cuando las fracciones dominantes que lo integran no pueden o no quieren fusionarse en un frente común de dominación y, en lugar de ello, buscan repartir el poder del Estado de modos abiertamente contradictorios” (p. 6). A esto Morales le llama “fortalecer a las instituciones del Estado”. Claro, del Estado ampliado corrupto y cooptado.
A pesar de que Morales representa a la restauración conservadora como su Stenterello (ver https://wp.me/p6sBvp-Sd), él también usa los ideologemas universalistas del consenso dominante (ver https://wp.me/p6sBvp-O3). Esto quedó demostrado en su ya infame conferencia de prensa de hoy, 31 de agosto de 2018, cuando Morales dijo: “Esta decisión (de no renovar mandato de Cicig) es un paso adelante en el fortalecimiento de nuestras instituciones para garantizar la continuidad de la lucha contra la impunidad. Mi gobierno ha sido respetuoso de la ley, de la comunidad internacional. Somos los principales interesados y protagonistas de la lucha contra la corrupción en Guatemala”
Morales y quienes él representa creen, sin embargo, que con la Cicig en Guatemala también ha habido “persecución penal selectiva y con sesgo ideológico evidente, sembrando el terror judicial en Guatemala.”
Eso de que la Cicig ha hecho su trabajo en Guatemala al mismo tiempo que ha desplegado cierto “sesgo ideológico” es, por supuesto, cierto. Eso ya lo hemos analizado en detalle y en varias ocasiones (ver https://wp.me/p6sBvp-4y, https://wp.me/p6sBvp-Q). Pero, claro, el sesgo ideológico que Morales percibe en la Cicig es el mismo que se ha articulado como un consenso dominante de la fracción más neoliberal opuesta a la fracción más conservadora ahora en el poder (ver https://wp.me/p6sBvp-O3). Y por ello es un pecado de la Cicig.
Para Morales y su banda restauradora, la toma de postura ideológica de la Cicig, más allá de su trabajo legal aunque también incluyendo aspectos claves del mismo, “violenta nuestras leyes y el principio internacional, así como el mandato de Cicig. La justicia selectiva ha sido utilizada para aterrorizar a la ciudadanía”. Haciendo eco a la retórica de Trump – más aún después de que Sandra Jovel recibiera alguna forma de aprobación para todo esto por parte de Nikki Haley en Nueva York quien sigue una doble retórica de apoyo tanto a la “lucha contra la corrupción” pero también apoyo a la restauración – Morales dijo: La “ONU no actuó de buena fe.” Es lo mismo que Haley ha dicho de la ONU en cuanto a Israel y otros temas.
Más allá de salvar su propio pellejo y aliviar la situación penal de tanto representante político y empresarial (sobre todo industriales, de la construcción, etc.) que enfrenta la justicia por la corrupción y cooptación del Estado, el financiamiento electoral ilícito, etc., lo que busca Morales y su Gobierno es, por supuesto, “consolidar el consenso dominante en su versión conservadora y neutralizar la guerra de posiciones desde abajo. El gobierno de la restauración conservadora, como también ocurre con las elites neoliberales, está en la guerra de posiciones haciendo todo lo que puede por desarticular, desactivar y deslegitimar, incluso como algo más apremiante que la “lucha contra la corrupción”, toda fuerza social que no adopte los términos y significantes claves de la restauración” (p. 4).
Mientras tanto, durante el transcurso del último día de agosto, la presencia militar se ha incrementado en varios puntos de la Ciudad Capital, alrededor del Palacio Nacional y la Plaza de la Constitución y en varias zonas de la ciudad sobre todo donde residen representantes claves de la fracción neoliberal. Además, la acusación de Morales de que la Cicig ha estado “induciendo a personas e instituciones a cometer actos de corrupción e impunidad” es un mensaje claro y escalofriante que abarca desde operadores/as de justicia hasta miembros/as de la prensa y ya no digamos de los colectivos urbanos y movimientos sociales que hay apoyado vehementemente a la Cicig. Su punto, aparentemente no relacionado con la Cicig de que “nuestro Gobierno cree en la vida, en el matrimonio entre hombre y mujer” es también un mensaje poco solapado contra la ciudadanía más lúcida y mejor organizada defendiendo los derechos de las mujeres y rechazando la ultraconservadora y abiertamente religiosa 5272.
Todo esto me lleva a decir: ¡preparémonos porque allí viene ya la ola de represión y coerción, las acusaciones de conspiración, golpe o sedición, que sigue lógica y políticamente a este punto de inflexión en la guerra de posiciones!
Vamos Guatemala hacia la #RefundaciónYa desde abajo, democrática y rupturista
Marco Fonseca es Doctor en Filosofía Política y Estudios Latinoamericanos por parte de la York University. Actualmente es instructor en el Departamento de Estudios Internacionales de Glendon College, York University. Su libro más reciente se titula «Gramsci’s Critique of Civil Society. Towards a New Concept of Hegemony» (https://goo.gl/Oeh4dG).
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Foto: Guatevisión
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