La «economía humana»: El capitalismo extremo-centrista de Semilla

La «economía humana»: El capitalismo extremo-centrista de Semilla

¿Por qué estoy con los/as de abajo y no con los/as del centro y, mucho menos, los/as de arriba?

Un ejemplo. la llamada «economía humana» de Semilla.

Semilla propone, genéricamente, lo siguiente:

«Productores y consumidores, trabajadores y patronos, grandes y pequeños empresarios, cooperativistas y comunidades podrán interactuar libremente en el marco de políticas y de regulaciones establecidas legítima y democráticamente por la ciudadanía, e implementadas con autoridad y eficacia por un Estado capaz de interactuar con una sociedad plural, diversa y compleja. Para el Movimiento Semilla es prioritario establecer los incentivos y un marco de políticas económicas que favorezcan producir eficientemente para nuestro mercado interno y para mercados externos simultáneamente. Estas políticas y regulaciones deberán contribuir a que el funcionamiento de la economía responda al interés colectivo de las actuales y futuras generaciones, y prevenga la reproducción de exclusiones, discriminación, desigualdades, vulnerabilidades ambientales y conflictos. Nos corresponde también reducir las vulnerabilidades sociales frente a desastres y promover una cultura de prevención.»

Además, propone:

«Impulsar una economía humana.»

«En el Movimiento Semilla consideramos que la economía guatemalteca debe contribuir a reducir la pobreza y evitar la exclusión, de manera que beneficie al conjunto de los guatemaltecos y no solo a un grupo reducido de familias privilegiadas que han concentrado el poder económico y político en el pasado. Para lograrlo impulsaremos la conformación de una economía humana: próspera, equitativa y ambientalmente sostenible.»

«Productores y consumidores, trabajadores y patronos, grandes y pequeños empresarios, cooperativistas y comunidades podrán interactuar libremente en el marco de políticas y de regulaciones establecidas legítima y democráticamente por la ciudadanía, e implementadas con autoridad y eficacia por un Estado capaz de interactuar con una sociedad plural, diversa y compleja. Para el Movimiento Semilla es prioritario establecer los incentivos y un marco de políticas económicas que favorezcan producir eficientemente para nuestro mercado interno y para mercados externos simultáneamente. Estas políticas y regulaciones deberán contribuir a que el funcionamiento de la economía responda al interés colectivo de las actuales y futuras generaciones, y prevenga la reproducción de exclusiones, discriminación, desigualdades, vulnerabilidades ambientales y conflictos. Nos corresponde también reducir las vulnerabilidades sociales frente a desastres y promover una cultura de prevención.»

«Para generar esta economía humana requerimos un Estado eficaz para hacerlo, con suficientes recursos, pero también buscaremos convergencias entre el Estado, los agentes económicos y los movimientos sociales y ambientales para lograrlo, dentro de una perspectiva de largo plazo. Solo así nos reproduciremos de manera sostenible y con respeto a las personas, a las comunidades y a la Naturaleza.»

«Necesitamos favorecer el surgimiento de nuevas cadenas de valor dentro de un marco de respeto a la Naturaleza, con enfoque territorial, y privilegiando el surgimiento de nuevos emprendedores. Es fundamental partir de la participación de pequeñas y medianas empresas, cooperativas y otras asociaciones de productores y de vendedores, incluyendo a la economía campesina y a formas comunitarias de organización, así como la multitud de tiendas y pequeños talleres de reparación y servicios que pueblan toda Guatemala. Solo de esta manera lograremos generar una prosperidad compartida, base de una economía humana.»

Noten eso del «respeto a la naturaleza» pero siempre «privilegiando el surgimiento de nuevos emprendedores» que, imagino, busquen comercializar esa naturaleza pero con «respeto». Por eso dice Semilla en otro pasaje: «Debemos renovar los referentes culturales de lo que entendemos como desarrollo. Este proceso deberá basarse en un diálogo plural que construya sobre las coincidencias. El respeto a la Naturaleza conlleva la obligación de los ciudadanos y de los pequeños, medianos y grandes productores de comportarnos con responsabilidad.» O sea, «desarrollo con responsabilidad social/natural empresarial». Es lo que leemos en el Foro Económico Mundial o el Pacto Global de la ONU. El récord muestra que todo esto es vacío.

Pero, Semilla dice:

«Para hacerlo se deben de impulsar pactos entre el gobierno y diversos grupos de emprendedores con el objeto de favorecer la inversión. La inversión debe ser la base para generar empleo e ingresos para reducir la pobreza y la desigualdad. Urge buscar estimular la inversión y la formalización de micro, pequeños o medianos negocios mediante un esfuerzo masivo que asegure el acceso al crédito, capacitación, asesoría, información sobre insumos y mercados, conocimiento de diversas tecnologías, y contactos con agentes económicos en el ámbito internacional, incluyendo migrantes guatemaltecos en el exterior, empresas extranjeras y la cooperación internacional. Consideramos vital convertir estos apoyos en incentivos determinantes para favorecer una formalización masiva de empresarios y trabajadores en toda Guatemala.»

Noten: el objeto siempre es «favorecer la inversión», no favorecer la vida, la comunidad, el medio ambiente y mucho menos el planeta. ¡Lo racional es la inversión! El objetivo: ¡emprendodores/as por todos lados!

Lo más revelador de la «economía humana» de Semilla viene aquí. Para lograr todo lo de arriba, Semilla quiere fomentar:

«La acumulación de capital por parte de los productores más marginados y vulnerables, preferiblemente asociados, será una base fundamental para reducir la desigualdad y la pobreza. El Movimiento Semilla cree importante complementar la inversión privada nacional con inversión extranjera en las cadenas de valor prioritarias, sin privilegios, y con inversiones públicas que le asignen prioridad a la construcción y mantenimiento de caminos rurales para integrar nuestro mercado nacional y volverlo más eficiente.»

Noten el centrismo mezclado con neoliberalismo que enfatiza «la acumulación de capital» incluso «por parte de los productores más marginados». Esa es la filosofía de Hernán de Soto en su libro «El otro sendero». Esa es la ideología de Gloria Alvarez y, de hecho, del Cacif. En otras palabras, que todo mundo se vuelva capitalista! Esa es la solución a la pobreza, el desarrollo rural e industrial, las exportaciones, etc. Y esto, bueno, por medio de «una formalización masiva de empresarios y trabajadores en toda Guatemala», en otras palabras, el rescate del capitalismo de la informalidad en que está confinado en muchos lugares. De nuevo, es la fórmula de de Soto, de Vargas Llosa.

No solo busca Semilla, pues, incluir a las grandes empresas como CMI sino que también a las cooperativas pequeñas de proto-capitalistas, de hecho a todo trabajador informal, campesino, etc., todo en un marco de acumulación de capital que eufemísticamente llaman «economía humana» (si es acumulación de capital, amigos/as, no es economía humana!).

Además, Semilla también quiere atraer a la inversión privada transnacional… que por supuesto no va a llegar a Guatemala en los términos que Guatemala plantee sino que en sus propios términos: zonas de libre comercio, bajos salarios, poca regulación ambiental, subsidios del Estado, bajos o nada de impuestos, derechos para enjuiciar al Estado, etc. Eso de que van a fomentar la «inversión extranjera en las cadenas de valor prioritarias, sin privilegios» es la retórica del estructuralismo o penudismo de Semilla. Pero la gente que escribió estas líneas sabe que Semilla no puede cambiar los términos fundamentales de la inversión entranjera en tiempos de globalización empresarial, tratados de libre comericio, etc., y mucho menos dentro de esos «pactos entre el gobierno y diversos grupos de emprendedores con el objeto de favorecer la inversión» que siempre le atan las manos al Estado y excluyen a los movimientos sociales.

Noten que en ningún momento, en ninguna línea, en ningún pasaje se incluyen por lo menos uno de los conceptos claves de los movimientos sociales: agro-ecología. Es con esa idea de agro-ecología, por ejemplo, que los movimientos sociales de abajo conciben el «desarrollo» rural. En lugar de ello, Semilla habla de esto:

«Todos estos esfuerzos deben enfocarse en aquellos sectores o cadenas de valor donde Guatemala ya tiene ventajas competitivas, o que pueda tenerlas a corto plazo, con enfoque territorial. Van desde el turismo cultural y natural o el comercio, hasta la agricultura de precisión de pequeños productores o la industria liviana, favoreciendo la incorporación de nuevas tecnologías y siempre dentro de un marco de respeto a la Naturaleza.»

Noten el lenguaje penudista pero también neoliberal: «cadenas de valor», «ventajas comparativas», «turismo cultural y natural» (!!!), «agricultura de precisión de pequeños productores», «industria liviana», «nuevas tecnologías» (sabiendo perfectamente que la industria agro-química mundial y la «cooperación» de Estados Unidos está metiendo los transgénicos)…. Eso de «siempre dentro de un marco de respeto a la Naturaleza» es el centrismo penudista, vago, que no significa nada concreto.

Hay que estimular la competencia, siempre la competencia y absolutamente la competencia. Por eso Semilla dice:

«Como parte de ello debemos implementar políticas efectivas de competencia y regulación para evitar el abuso contra consumidores y pequeños y medianos empresarios por parte de grandes empresas que concentran y dominan los mercados en que operan.»

Noten, claro, el discurso anti-monopólico que incluso libertarios neoliberales comparten, incluso Gloria Alvarez celebra, e incluso Mario Roberto Morales dice lo mismo!!!. Es el discurso del centrismo que también se maneja en otras latitudes y en otras corrientes de pensamiento.

Pero, sobre todo, se trata de crear capitalistas, libertarios y centristas, por todos lados: «Para el Movimiento Semilla es fundamental contribuir a generar gradualmente cientos de exitosos emprendedores urbanos y rurales emergentes, que inviertan y a su vez den lugar a miles de empleos dignos, con lo cual diversificaremos nuestra economía y reduciremos gradualmente la concentración del poder económico en pocas manos.»

Esto no es «economía humana». Esto es capitalismo extremo centrista. Por esto es que Semilla le habla a la UNE de competir justamente en el mercado electoral… porque, en esencia, proponen más de lo mismo.

Por eso, en mi caso, retorno a los/as de abajo.

Fuente de citas:

http://movimientosemilla.gt/economia-humana/

 

Vamos Guatemala hacia la #RefundaciónYa desde abajo, democrática y rupturista

Marco Fonseca es Doctor en Filosofía Política y Estudios Latinoamericanos por parte de la York University. Actualmente es instructor en el Departamento de Estudios Internacionales de Glendon College, York University. Su libro más reciente se titula «Gramsci’s Critique of Civil Society. Towards a New Concept of Hegemony» (https://goo.gl/Oeh4dG).

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