La industria de monocultivos forestales: Una aproximación

Un estudio hecho en Chile que “analizó el periodo 1997-2015 concluye que la industria forestal incrementa la pobreza y la desigualdad social para las comunidades rurales que viven en los territorios donde ésta se ha instalado. Los hallazgos muestran que “la expansión de la industria forestal en las últimas décadas no ha reducido el desempleo ni aumentado los ingresos en las comunidades, sino todo lo contrario.”

En Guatemala, de manera similar, “el sector forestal tiene presencia en todas las regiones del país, con diferentes especies en cada lugar. Las principales son tres variedades de pino, teca, melina y palo blanco, que constituyen el 60% de la oferta maderable de plantaciones Pinfor, en tres polos de desarrollo: Petén/Izabal, las Verapaces y Costa Sur.” (Fuente).

El Pinfor: ¿Hacia la sostenibilidad?

Aquí un estudio favorable:

“Los incentivos forestales en Guatemala se empezaron a ejecutar en 1975 mediante el programa de incentivos fiscales que el Estado guatemal- teco creó a través del Decreto Legislativo No. 58-74 para que personas individuales o jurídicas realizaran gastos comprobados en plantaciones forestales no menores de 5 ha, permitiendo la deducción de hasta un 50% del impuesto sobre la renta (ISR) y del impuesto de circulación de vehículos. Bajo esta modalidad de incentivos fiscales, apenas se reforestaron alrede- dor de 20.000 ha durante 23 años. En 1996, con la creación de la nueva Ley Forestal de Guatemala mediante el Decreto Legislativo No. 101-96, se conformó un nuevo Programa de Incentivos Forestales (PINFOR), el cual está impulsando el fomento de la producción forestal sostenible en el país a través de la inversión en las actividades de forestación, reforestación y manejo sostenible de bosques naturales. Este nuevo programa de incen- tivos forestales responde a la necesidad de promover la reforestación y manejo forestal sostenible a través de pagos en efectivo a propietarios individuales o jurídicos que decidan invertir en la actividad forestal produc- tiva. De 1998 al 2008, el PINFOR ha apoyado la reforestación de 81.854 ha; ha promovido la regeneración natural de 1.800 ha; y ha incorporado 160.710 ha de bosques naturales al manejo forestal sostenible.”

Pero un estudio crítico del equipo investigador de CMI Guatemala y Oxlaju T’zultaqa’ de 2015 revela lo siguiente:

“Pinfor ha incentivado monocultivos extensivos de un especie de árboles, a favor de los grandes y medianos propietarios de tierra.” De modo más amplio: “El Estado de Guatemala es un país que privilegia el pasado. En realidad es sólo cierto pasado: ser heredero de grandes extensiones de tierra implica obtener diversos beneficios del Estado. Ya sea con incentivos financieros para nuevos cultivos como la palma africana, ventajas para el uso de ríos en hidroeléctricas, o millones de quetzales a cambio de sembrar árboles. Este es el caso de la familia Thomae, que a través de sus fincas, heredadas de grandes caficultores, recibe dinero de parte de programas estatales.”

El negocio forestal en Guatemala por medio de Pinfor (recomiendo leer toda la investigación de CMI y poner atención a la sección sobre las fincas de los Thomae en en Baja Verapaz), como en Chile, es otro factor estructural de plantar pobreza y despojo y cultivar riquezas, resistencia comunitaria y en muchos casos también migración.

A pesar de todo esto, la estrategia de las plantaciones forestales está al centro de uno de los grandes proyectos del presidente mexicano supuestamente para ayudar a frenar la migración centroamericana, fomentr el desarrollo regional e incluso luchar contra el cambio climático. El proyecto del president Andrés Manuel López Obrador se conoce como “Sembrando Vida” y está siendo promovido por el Gobierno de la 4T como “un proyecto de ayudas directas para la plantación de árboles frutales y maderables en el sur de México y Centroamérica.” Según reportes de prensa se trata de “la principal propuesta del mandatario mexicano para frenar la migración de centroamericanos” que ya ha sido puesta en marcha en el sur de México y que ha comenzado a financiar en Honduras y El Salvador para “generar cientos de miles de empleos y combatir el cambio climático y la migración”. Es también una propuesta que ha sido “duramente criticada por ecologistas por el clientelismo y la grave destrucción de la selva que implica.”


Marco Fonseca es Doctor en Filosofía Política y Estudios Latinoamericanos por parte de la York University. Actualmente es instructor en el Departamento de Estudios Internacionales de Glendon College, York University. Su libro más reciente se titula «Gramsci’s Critique of Civil Society. Towards a New Concept of Hegemony» (https://goo.gl/Oeh4dG).

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Pinfor en Purulhá, Baja Verapaz. Fuente: RIC / CMI Guatemala

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