Recordación crítica de Fuentes Mohr

Recordación crítica de Fuentes Mohr
(22 de noviembre de 1927 – 25 de enero de 1979)

Marco Fonseca

¿Por qué en los recordatorios que generalmente se hacen de gente como Alberto Fuentes Mohr o Manuel Colom Argueta nunca se hace un análisis serio y crítico de sus ideas políticas, económicas y culturales? (Ver, como ejemplo: http://elperiodico.com.gt/?p=112507).

Creo que hay puntos importantes sobre la trayectoria de Fuentes Mohr que también tenemos que recordar para salir un poco de ese romanticismo político que hoy sirve para alimentar al extremo centrismo de Guatemala y también para salir de esa tradición política que tenemos en la izquierda de nunca hacer un análisis crítico de la gente que ha sido convertida en objeto de un cierto culto a la personalidad en nuestras filas. Aquí pues ofrezco un resumen rápido de los que ya encontramos sobre Fuentes Mohr en el reporte «Guatemala: Memoria del Silencio» de la Comisión de Esclarecimiento Histórico (Caso ilustrativo No. 65. Ejecuciones arbitrarias de Alberto Fuentes Mohr y Manuel Colom Argueta):

  • «Transitó por el camino de la izquierda centrista y su bandera fue la de las reformas.» Nada menos pero tampoco nada más que algo similar a Liberación Nacional en Costa Rica y Acción Democrática en Venezuela, expresiones pálidas de los troncos históricos de la socialdemocracia europea como el SPD (socialdemocracia) y CDU (democracia cristiana) alemana. Este «centrismo» no era «el enemigo mortal» de la dictadura de los 70s. Claro, era por lo menos una de las expresiones políticas que habían surgido de la Revolución de Octubre (como también es el caso del PR), pero de ninguna la herencia más radical o peligrosa de la misma pues eso había migrado a las organizaciones revolucionarias y populares.
  • «Fue militante del Partido Revolucionario y durante la administración de Julio César Méndez Montenegro (1966-1970) ejerció el cargo de ministro de Hacienda y Crédito Público y, más tarde, el de Relaciones Exteriores». O sea que fue parte de un gobierno cooptado y maniatado por el ejército, pálida sombra del legado revolucionario del 44-54.
  • Cierto que: «Durante su gestión como ministro de Hacienda, impulsó una reforma tributaria que desató la firme oposición del sector económico más poderoso del país. Finalmente, fue separado de su cargo». Pero en Guatemala cualquier reforma tributaria mínimamente progresista hace de cualquier ministro/a un/a reformista amenazante.
  • Su secuestro por un comando urbano de las FAR cuando era ministro de Relaciones Exteriores en 1970 demuestra que la izquierda revolucionaria de ese momento creía que él representaba una pieza valiosa para la clase política del momento.
  • Su exilio en Costa Rica después de 1970 y su paso por la docencia en economía en la Universidad Nacional lo puso en la atmósfera política de ese país como ella fue creada y moldeada por José Figueres Ferrer (1970-1974), el ideólogo central de la socialdemocracia tica, un modelo inaplicable en Guatemala en ese momento y en el nuestro. Fue en Costa Rica, en 1971, cuando Fuentes Mohr publica algo sobre su experiencia titulado «Secuestro y prisión: Las dos caras de la violencia en Guatemala» (EDUCA).
  • Fuentes Mohr plasmó su visión sobre comercio libre e integración centroamericana, como vision regional reformista y alternativa a la revolución, en su trabajo de 1974 para el BID titulado «La creación de un mercado común: apuntes históricos sobre la experiencia de Centroamérica » (Buenos Aires: Instituto para la Integración de América Latina, BID). Ya estos esfuerzos por promover la integración centroamericana y el Mercado Común Centroamericano en particular, con apoyo de la Alianza para el Progreso y como parte de un antídoto mayor contra «el comunismo» y el ejemplo cubano, le habían sido premiados con la Orden del Quetzal en 1957, una Orden que por esos años de Castillo Armas o en años anteriores también había sido orgullosamente otorgada a gente como Benito Mussolini, Alfredo Stroessner y Augusto Pinochet.
  • Aunque Ríos Montt no haya sido el monstruo que se volvió en los 80s, después de que Fuentes Mohr regresara a Guate en 1974 se convirtió en «candidato a vicepresidente de la República junto a Efraín Ríos Montt, apoyado por el Frente Nacional de Oposición integrado por la Democracia Cristiana, el Partido Revolucionario Auténtico y el Frente Unido de la Revolución». O sea que militó con toda la gente de ese centrismo blando que definió la política de las «clases medias progresistas» en los 70s.
  • Ya para fines de los 70s Fuentes Mohr había transitado de la socialdemocracia a la democracia cristiana y él sabia perfectamente cuál era la diferencia. Recordemos que en Costa Rica Liberación Nacional no era la mismo que el Partido de Unidad Socialcristiana y en Venezuela el Comité de Organización Política Electoral Independiente o COPEI no era lo mismo que los adecos. Pero «En 1979 Alberto Fuentes Mohr ocupaba un escaño en el Congreso, como diputado por el departamento de Quetzaltenango. Había ganado esa elección postulado por el Partido Revolucionario Auténtico y el Partido Democracia Cristiana». Todo esto a pesar de que también estaba contribuyendo a construir en Guatemala el Partido Socialista Democrático (PSD) (inscrito en enero del 79) e intentando coordinar algunas cosas con el Frente Democrático Contra la Represión (FDCR) que se había constituido el 24 de febrero de 1979. Fue allí donde también coincidió con Manuel Colom Argueta.
  • Después del 78, con Lucas García en el poder, la dictadura inicia su proceso de «apertura» para instancias políticas del centro. «El Gobierno de Lucas García encomendó al vicepresidente de la Re- pública, Francisco Villagrán Kramer, que iniciara conversaciones con el sector de centro, en concreto con Fuentes Mohr y Manuel Colom Argueta, para proceder a la inscripción del PSD y del FUR, respectivamente». La parte más anti-comunista y autoritaria del ejército, por supuesto, se opuso a esta iniciativa.
  • Fuentes Mohn fue vilmente asesinado el 25 de enero de 1979.

Que quede claro, no dudo en lo más mínimo sobre el compromiso de Fuentes Mohr con un reformismo serio para Guatemala. Pero hay que ser claros en cuanto a las limitaciones, exclusiones, compromisos y problemas de ese reformismo.

Vamos patria hacia la #RefundaciónYa desde abajo, democrática y rupturista

Marco Fonseca es Doctor en Filosofía Política y Estudios Latinoamericanos por parte de la York University. Actualmente es instructor en el Departamento de Estudios Internacionales de Glendon College, York University. Su libro más reciente se titula «Gramsci’s Critique of Civil Society. Towards a New Concept of Hegemony» (https://goo.gl/Oeh4dG).

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