Porque ciertamente no puede ser la «mayoría» amnésica que está a punto de elegir al candidato de la AVEMILGUA, a la resurrección grotesca del Mico Sandoval, al canidato forjado por la ultra-derecha y amamantado por el militarismo contra-insurgente y anti-comunista, al candidato tabulado con la ideología de la seguridad nacional, al candidato que tiene los vínculos y el respaldo de criminales notorios y condenados del PP y de los grupos de poder regional y oculto. No puede ser.

La gente que realmente se constituyó en la opción «anti-política» de abril a agosto de 2015, la ciudadanía en protesta y en proceso de gestación de un «algo» cuántico posible, de la esperanza refundacional, NO es la gente que está apoyando a éste mamarracho ideológico de la ultra-derecha. Aunque la prensa lo diga y lo repita infinitamente y aunque «analistas» de los centros de pensamiento e investigación lo amplifiquen como si fuera el resultado de un gran análisis teórico – lo que en realidad no se paga en Guatemala pues lo que se remunera es la capacidad para hablar pajas – la opción de JM no representa otra cosa que la opción política más retrograda y reaccionaria que Guatemala ha producido desde la transición de 1985.

No es casualidad que todo esto esté ocuriendo en Guatemala. Pero lo que sí ocurrió de manera altamente espontánea – de ninguna manera fraguada por La Embajada, las ONGs o incluso el extremo centrismo de Guate – fue precisamente el movimiento de protesta ciudadano contra el gobierno del PP y las múltiples vertientes que llegaron a animarlo y sostenerlo por cuatro meses. Lo que sí es alarmante es que el militarismo de la AVEMILGUA, de la PAC, de la vieja contra-insurgencia y el anti-comunismo, esta vertiente reaccionaria y que se había mantenido subterránea hasta el presente con excepción de los momentos en que había sacado la cabeza para defender a genocidas y criminales como Byron Lima, Ríos Montt e incluso a OPM, mezclado todo con el neoliberalismo promovido por Washington (y esa es la razón de su posible boleto de entrada en el club del Triángulo Norte forjado por EE.UU. en torno a la Alianza para la Prosperidad), se haya disfrazado bien de «anti-política» y se haya erguido viralmente como «destino electoral». Sobre todo, hay que tener presente, después del Evento de ‪#‎RenunciaYa‬ que, en ciertos aspectos, transformó el escenario político pre-electoral de Guatemala y nos dio un poquito de esperanza en la Nueva Primavera de Guatemala.

En cualquier caso, Guatemala está a punto de elegir a un sucesor de Ubico y de ninguna manera a un sucesor de Arévalo o de Arbenz. ¿Quién realmente recuerda y celebra el derrocamiento de Ubico?

Vamos patria hacia la #RefundaciónYa

Marco Fonseca es Doctor en Filosofía Política y Estudios Latinoamericanos por parte de la York University. Actualmente es profesor adjunto en el Departamento de Estudios Internacionales de Glendon College, York University.

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